Colaboración del cro. Enrique Gandolfo de CTA Bahía Blanca.
Allí, en la provincia de Santa Cruz, los docentes están protagonizando una lucha heroica.
Organizados por la ADOSAC, maestros y profesores santacruceños siguen adelante con un conflicto que se iniciara el 28 de febrero y que cuenta ya con más de 50 días de paro por tiempo indeterminado.
El gobernador Peralta es el principal responsable de una situación que no ha hecho más que agravarse.
La lucha ha logrado quebrar el cerco mediático logrando cierta trascendencia nacional. El resultado de esta batalla –que está en un momento crítico- no puede resultarnos indiferente. Por el contrario, sabemos que el triunfo de los docentes de Santa Cruz será de gran importancia para el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras y los demás sectores populares.
Corresponde entonces la más profunda solidaridad con la lucha en el marco de la más amplia unidad. Las diferencias circunstanciales o los intereses particulares deben ser dejados de lado para que todos nos encolumnemos detrás de una gran bandera unitaria: ¡Viva la lucha de los docentes de ADOSAC!
Seguimos denunciando a la conducción de la CTERA por priorizar sus acuerdos con el gobierno nacional y darle la espalda a este conflicto. Le seguimos exigiendo el paro y otras firmes medidas de lucha que puedan articular y profundizar la solidaridad en todo el país.
Una solidaridad que viene dando pasos importantes y de la que nos sentimos parte.
Solidaridad que tiene su expresión más fuerte en vastos sectores del pueblo de Santa Cruz y en especial en la propia comunidad educativa. Las decenas de escuelas tomadas muestran un amplio proceso estudiantil que tiene cómo eje el respaldo a sus docentes y la exigencia al gobierno que responda sus demandas. Pero el proceso es mucho más amplio; por distintas provincias se extienden las colectas para colaborar con el fondo de huelga. Se han realizado decenas de peñas u otras actividades similares. En varias ciudades del país el paro del 8 de Junio convocado por la CTA tuvo como uno de sus planteos centrales el apoyo a esta lucha. La Caravana de la Solidaridad que partió de Buenos Aires y llegó a Caleta Olivia el domingo 12 –superando todo tipo de dificultades- fue quizás la expresión más destacada de todo este vasto proceso.
La jornada nacional del jueves 23 de junio es un nuevo gran paso en este camino.
Una lucha históricaLa lucha se inició el 28 de febrero con un paro de 24 horas. Mientras todas las provincias cerraban los acuerdos con los gremios docentes, el gobernador Peralta se negaba a discutir el tema. Luego vendrán 48 horas en marzo y finalmente en abril, luego de la feroz golpiza que la patota de la UOCRA descargó sobre un grupo de docentes y estatales, el Congreso de ADOSAC dispuso el paro por tiempo indeterminado. El reclamo tiene indiscutible justicia. El atraso salarial es muy grande. El gobierno no cumplió con pagar un 12% que debe desde el año pasado; además los maestros empezaron el año con una rebaja del 2% por la suba del aporte jubilatorio. El salario de un docente inicial ronda los $3500 frente a una canasta familiar que en esta zona llega a los $10.000. Un maestro sin antigüedad con doble cargo cobra poco más de $6000, apenas el 60% del costo de la canasta.
Resulta difícil de entender la intransigencia del gobierno si tenemos en cuenta que Santa Cruz es una provincia rica a partir de la importante producción petrolera. Aunque quizás aquí se encuentre buena parte de la explicación. La lucha docente se da en el marco de una profunda disputa por la millonaria renta petrolera entre distintas empresas multinacionales y sectores vinculados a los gobiernos provincial y nacional.
Las patotas, las amenazas, las multas, los descuentos masivos, los decretazos fueron las respuestas ensayadas por Peralta a los reiterados pedidos de la ADOSAC para sentarse a discutir en una mesa paritaria.
A la permanente actitud autoritaria de un gobierno jaqueado por las disputas internas y las denuncias de corrupción, los docentes responden con huelga y organización.
En los piquetes los vientos helados nada pueden hacer para doblegar tanta convicción, tanta fortaleza, tanta fraternidad militante.
Pero estos piquetes son solo la expresión más destacada de la permanente actividad de centenares y centenares de docentes que todos los días discuten y resuelven democráticamente las acciones a desarrollar organizados en las distintas seccionales de ADOSAC a lo largo y a lo ancho de esa inmensa provincia patagónica.
Por ahora, la única actitud del gobierno nacional, ha sido respaldar desde su elenco de ministros los ataques de Peralta, tratando de desacreditar la huelga y sus objetivos salariales.
A esta altura de un conflicto que el gobernador no hace más que agravar, debe ser el gobierno nacional el que dé respuesta positiva a los reclamos salariales y deje sin efecto toda sanción económica, laboral o judicial contra los trabajadores y su sindicato. Pero solo lo hará si la pelea de los docentes y un sólido apoyo obrero y popular, masivo y unificado como el que propiciamos, afecta la imagen progre que el gobierno de Cristina creó de sí mismo como su principal capital político.
Estamos frente a un momento clave de esta lucha. En cada rincón del país redoblemos los esfuerzos para que pueda triunfar.
¡Todo el apoyo a la ADOSAC!¡Repudiemos el autoritarismo y la represión del gobierno de Peralta! ¡Si tocan a uno nos tocan a todos!
¡Que el gobierno nacional intervenga y dé soluciones a los justos reclamos!
¡Viva la lucha de los docentes de Santa Cruz!