viernes, 9 de marzo de 2012

PELEAMOS DESDE HACE MUCHOS AÑOS POR RECUPERAR YPF Y EL PATRIMONIO PÚBLICO.


No se anunció la intervención de YPF


Ana Sacchi
Presidenta del Mov. Nac.
Oro Negro
Los ex trabajadores de YPF, que constituimos el Movimiento Nacional Oro Negro, siempre creímos que YPF era la referencia de la soberanía nacional y consideramos a Enrique Mosconi, uno de los próceres más significativos de nuestra historia.

Nunca formamos parte del sindicalismo empresarial que apoyó la privatización de nuestra empresa y muchos compañeros perdieron su trabajo por oponerse a la entrega de los recursos energéticos que el gobierno de Carlos Menem y los gobernadores de las provincias petroleras, propiciaron en la década de 1990.

Hace 11 años que integramos la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina, la FeTERA y desde entonces nos organizamos para  intentar recuperar los recursos energéticos privatizados. La vuelta de YPF al Estado es nuestro mayor objetivo.

Hemos atravesado la gran crisis producida por las privatizaciones. 

La desocupación, pobreza y exclusión social, generadas por la primera etapa neoliberal, requirieron de nuestras luchas por la Tarifa Social, la Garrafa Social, la fundación del MORENO, la Campaña Nacional por la Recuperación del Petróleo y el Gas y la articulación con compañeros y organizaciones que comparten nuestros mismos objetivos, ya desde la Corriente Clasista y Combativa, Los Auto Convocados por el Petróleo y el Gas, con decenas de Organizaciones y la CoCePA, que convocó desde la Facultad de Ingeniería de la UBA, a aquellos que estuvieran en condiciones de reconocer la necesidad de desandar el camino de las privatizaciones, uniéndose alrededor del homenaje al centenario del descubrimiento del “Petróleo Nacional”.

Estamos orgullosos de nuestros esfuerzos, y si bien al principio, parecía que estábamos solos, en todos estos años hemos articulado con compañeros y organizaciones que creen que se puede volver a pensar en la energía como derecho humano, bien social y problema de todos, no solo de especialistas. 

Nuestros esfuerzos y objetivos, hasta el día de hoy no han sido compartidos por ningún gobierno de los que se sucedieron después del de Carlos Menen. 

Muy por el contrario, con el corto gobierno de De La Rua, se prolongó la concesión de Loma de la Lata, a favor de REPSOL, hasta el año 2027. Este yacimiento de gas gigante lo descubrió YPF en 1975, y definió la situación de autoabastecimiento energético, hasta la verificación del fracaso del actual modelo de exportación y saqueo, que nos convirtió nuevamente en importadores de gas, gas oil, naftas y electricidad.

La prolongación, prácticamente hasta su agotamiento de la concesión del  yacimiento de Loma de la Lata, finaliza una secuencia de contradicciones que desnudan la falta coherencia en las políticas públicas y la falta de participación popular en la toma de las mismas. El área de referencia, donde se descubriría nuestra más importante reserva de gas natural, fue concedida por el Gobierno de Arturo Frondizi a la ESSO en 1958 y posteriormente el presidente Arturo Illia la recuperó tras la anulación de los contratos petroleros en 1963.  En 1995 se incluye en los activos privatizados de YPF S.A, terminando en manos de YPF Repsol y finalmente son De la Rúa, junto al gobernador Jorge Sobisch,  la Secretaria de Energía Débora Giorgi y el Ministro de Economía José L. Machinea quienes otorgan una extensión de su explotación hasta el agotamiento, cuando en realidad tenían los elementos para anular la concesión existente. 

Con Duhalde, no solo se mantuvo la privatización, sino que además se licuaron las deudas en dólares de las empresas petroleras y se convirtieron a pesos, pasando de deudas a ganancias. Los impuestos a las exportaciones petroleras no produjeron prácticamente ingresos importantes y los precios de los combustibles aumentaron por imperio de la vigencia de los decretos desreguladores de la actividad petrolera, el 1055, 1212, 1589, de 1989. Demás está decir que Duhalde acompañó y consolidó las privatizaciones nacionales como gobernador de la provincia de Buenos Aires, privatizando el sistema eléctrico provincial y cesanteando a miles de trabajadores. Además en su campaña presidencial de 1999 afirmó ante periodistas que "La convertibilidad, la desregulación de los mercados y las privatizaciones no se tocan".

Con el gobierno de Nestor Kirchner, las cosas no fueron mejores. Se constituyó una empresa de negocios energéticos, en el marco de la ley de sociedades anónimas, ENARSA, que con menos de veinte empleados, no recuperó un solo pozo de petróleo, intentó administrar una estación de servicio en la ciudad de Buenos Aires y fracasó y además participó activamente en las políticas destinadas a esconder los efectos del fracaso del modelo privatizador, ocupándose de la importación de gas y gas oil. También entregó al saqueo, areas en la plataforma submarina, mediante contratos casi secretos que extendieron la doctrina neoliberal al Mar Argentino.

Para la garrafa de gas envasado, de 10 kilos, llamada el gas de los pobres, propusimos un proyecto de Ley, llamado de Garrafa Social. El  proyecto contemplaba que el Gas Licuado de petróleo, GLP, fuera declarado servicio público, a fin de que el Estado pudiera controlar su calidad y fijar un precio que garantizara la finalidad social de ser adquirido por los sectores mas empobrecidos.

El gobierno de Nestor Kirchner, no reconoció al GLP como servicio público, y fijo un precio máximo subsidiado, para la garrafa de 10 kilos, que tuvo pocos puntos de ventas, además de que nadie controló la calidad del contenido. 

En esta etapa, nos propusimos dar batalla por una Sociedad de Estado, destinada a recuperar el patrimonio energético y establecer una política estatal de hidrocarburos, alejada de los intereses de las multinacionales, que se llamaría ENARSE y logramos discutir un proyecto de ley para su creación, con apoyo de muchas organizaciones, pero que enfrentó en el Congreso Nacional a la mayoría Kirchnerista, que votando masivamente en contra, logró aprobar el adefesio de ENARSA.

Cuando la Campaña Nacional por la Recuperación del petróleo y el Gas, se multiplicaba intentando lograr el millón de firmas para recuperar nuestros recursos petroleros, el gobierno de Néstor Kirchner inventa y concreta la “argentinización” de YPF, que consistió en comprar el 25% de la empresa a través del grupo Esquenazi que pagaría con los dividendos de sus acciones.

Durante su gobierno se produce la re concesión anticipada hasta su agotamiento en 2047 del Yacimiento de Cerro Dragón, la explotación petrolera más importante de nuestro país a favor de British Petroleum y Pan American Energy. 

También organizó el entramado de subsidios, que garantiza tasas de ganancias extraordinariamente elevadas para las multinacionales de la energía y al mismo tiempo  intenta mantener valores aceptables para la mayoría de los usuarios, en los precios finales de combustibles líquidos, gas natural y electricidad. Los subsidios se incrementaron en un 1200% desde 2005 hasta 2010 y comprometió más de 72000 millones de pesos. Semejante esfuerzo económico solo sirve para que empresas privadas extranjeras se lleven nuestros recursos, profundizando el saqueo y la dependencia, ya que cada día se exportan nuestros recursos y al mismo tiempo se importan gas, gas oil, naftas y electricidad para el consumo interno en un volumen en dólares que ha crecido un 711% entre 2003 y 2011. 

Ademas liquidó la posibilidad de una política energética centralizada cuando diseñó y promulgó la llamada ley corta que provincializó los recursos y habilitó a las gobernaciones a realizar una segunda tanda de privatizaciones de areas llamadas secundarias, pero liberadas al mismo saqueo que las anteriores.

Un toque de distinción lo dio la constitución del llamado “capitalismo de amigos” para una “burguesía petrolera nacional”, que convirtió en petroleros a Lazaro Baez y Cristobal Lopez, a los que se les otorgaron más de 15 áreas en Santa Cruz. El Grupo Petersen, con Eskenazi a la cabeza, terminó con el 25% de YPF, aportando solo el 6% de su valor y pagando el resto con los dividendos de la misma empresa. A este último, hoy, el gobierno le reclama mas producción, tras la ya inocultable evidencia del fracaso del modelo energético privatizado. Este cuadro estaría incompleto si no se mencionara el enorme éxito en la adquisición de áreas petroleras (30, en Mendoza Neuquen y Salta) por parte del grupo que integran Vila y José Luis Manzano, siendo este el mismo que en los 90, anunció que la privatización de YPF, iba a mejorar significativamente el haber jubilatorio, mientras se ufanaba de “robar para la corona”. 

Con Cristina Kirchner, que apoyó el modelo energético desde la privatización de YPF, se ha hecho evidente el desastre de la política energética, que se ha manifestado en cortes de energía eléctrica, faltante de gas y fuel oil y fundamentalmente en un aumento constante y descomunal de los valores de los subsidios y que ahora intenta achicar, al tiempo que alienta a los gobernadores a que retomen la iniciativa de la producción petrolera amenazando a Repsol con quitarle áreas, pero sin modificar la normativa ilegal que beneficia al saqueo petrolero.

El mantenimiento del Modelo privatizado, ya fracasó hace años, y durante su período de agonía y deterioro estructural ha sido sostenido con los parches de los subsidios y la importación de combustibles.

La matriz energética argentina sigue dependiendo en un 89% del gas y el petróleo y el desarrollo de fuentes limpias y alternativas no supera el 9%.

Nosotros desde el Movimiento Nacional Oro Negro y la FeTERA - CTA, hemos contribuido a fomentar la discusión de una matriz y una política energética basadas en la propiedad estatal y social de los recursos naturales, con carácter de estratégicos y en el desarrollo de políticas soberanas para el crecimiento del empleo y la mejoría de la calidad de vida de los trabajadores.

Hoy se intenta desde sectores que no han apoyado estas iniciativas o que directamente acompañaron el modelo de saqueo, desplegar un discurso emancipador y hablan de restatización y nacionalización, como si hubieran descubierto el caballo, tratando de liderar un cambio de política que a todas luces es necesario.

No está mal que apoyen nuestras iniciativas, pero lo lamentable es que estos sectores, de insaciable apetito electoralista o de descarada actitud posibilista, siempre terminan siendo funcionales a los intereses de las empresas y no a los de los trabajadores y el pueblo.

Firma: Ana Sacchi
Presidenta del Movimiento Nacional Oro Negro

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