Buenos Aires, 17 de abril de 2012
La
expropiación de YPF es un gran paso adelante del gobierno Nacional, en la
recuperación de la soberanía energética nacional, pero además es la respuesta
adecuada a las organizaciones que, como la CTA, la FeTERA, el MO.RE.N.O. y
otras organizaciones sociales y políticas, vienen luchando desde hace más de 20
años -desde antes de la privatización- por la energía como bien social y un
derecho humano al que todos deben tener acceso tanto como al agua, la
electricidad y el gas.
La propuesta
contempla declarar “DE UTILIDAD PUBLICA Y SUJETO A EXPROPIACION” el 51% de YPF
Sociedad Anónima, de modo tal que Estado nacional tendrá el 26,01% del total y
las provincias productoras, el 24,99%.
Esta
decisión termina aceptando el fracaso de un modelo energético cuya puesta en
vigencia comenzó con el menemismo en la década del ‘90 y continuó hasta
nuestros días, con graves consecuencias para Argentina que de ser un país
exportador de petróleo y gas, pasó a ser un país plenamente importador de
energía por más de 10 mil millones de dólares en el 2011.
Era hora de
poner fin a la política liberal y neoliberal, nefasta para los argentinos, que
dejó a millones de trabajadores en la calle y las riquezas nacionales en manos
de grupos multinacionales.
Hoy con esta
iniciativa se comienza a dejar atrás las políticas que trataron a la energía
como una mercancía y que permitió a los grupos económicos trasnacionales, a
simple declaración jurada, vaciar nuestras reservas de gas y petróleo a su puro
beneficio. Reservas de energía que fueron descubiertas por las empresas del
Estado nacional, ya que las privatizadas no realizaron nuevas exploraciones ni
inversión alguna.
Ahora es
necesario avanzar en el cambio de todo el modelo energético, porque REPSOL no
es la única empresa multinacional que opera en Argentina. También operan, entre
otras, CHEVRON, PETROBRAS, TOTAL, PANAMERICAN ENERGY, BRITISH PETROLEUM, etc...
Es decir, se necesita de un nuevo compromiso que nos ayude a recuperar
integralmente las políticas de Estado en el campo energético. Políticas que
nunca debimos abandonar.
Hay que
impulsar hoy más que nunca la integración regional para acordar políticas
energéticas en función de los intereses y necesidades de los pueblos, y los
argentinos debemos impulsar la creación de una empresa totalmente pública,
nacional y social, con integración de las organizaciones que defienden los
derechos de los usuarios y el medioambiente, los trabajadores y el Estado
nacional.
La energía
es un problema de todos, no sólo de los que supuestamente saben, por eso
debemos retomar el camino que trazara el General Enrique Mosconi, que en su
sabiduría de patriota tenía claro que el petróleo, el gas, la energía no sólo
era patrimonio nacional, sino además soberanía, autonomía y cementerio de la
dependencia.
Jose Rigane Ricardo Peidros Pablo Micheli
Sec. Adjunto Sec. Adjunto Sec. General
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